Risitos de oro y los tres osos
Una niña llamada Risitos de oro paseaba por el bosque, cuando vio una casita donde algo olía muy rico. No había nadie en la casa entonces ella entró y tres tazas de puchero fue lo primero que probó. ¡Muy caliente¡ ¡muy frío¡ y después ¡maravilla! y hasta el último bocado el puchero del bebé se comió. Entonces fue a la sala y se sentó en cada silla. ¡Pero ella era muy grande y la silla del bebe rompió!. Risitos de oro estaba cansada y pensó en una siesta, entonces subió al segundo piso buscando una cama. Muy grande la del papá oso,la de la mamá no mejor que ésta,la del bebe osito era perfecta y se durmió sin problema.Entonces los osos regresaron de su paseo por el bosque,pero nada en su casita parecía estar en su puesto.
-¡Alguien se comió mi puchero y la silla me ha descompuesto.
-¡me voy a subir a mi cuarto!,dijo el osito descompuesto.
-Alguien ha estado en la casa,dijo el papá oso.
-¡Y ahí está! gritó el osito señalando su cama.Risitos de oro se levantó y corrió a toda prisa y nunca volvió a pasar por aquella casita tan linda.
Autora del raconto: Sofía Barboza
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